Está
comprobado científicamente que el aumento del estrés hace que engordemos más,
ya que en situaciones de gran alerta y fatiga crónica aumenta el cortisol que
hace que diminuya nuestra masa muscular y por tanto nuestro metabolismo basal
con el consiguiente aumento de peso.
Te
proponemos una pequeña rutina de relajación que podrás realizar en momentos de
gran estrés y tensión:
Descálzate
y colócate en una postura cómoda de relajación, en esta posición mantén la
espalda erguida y realiza 10 respiraciones profundas cogiendo aire lentamente
por las narices y tras mantener unos segundos el aire en los pulmones expúlsalo
muy lentamente de nuevo por la nariz. Una vez realices las respiraciones,
túmbate boca arriba durante 5-10 minutos con los ojos cerrados
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